Durante su primer año de vida los bebes comienzan a:

Desarrollan el control de sus propios cuerpos. Ellos aprenden a levantar la cabeza, voltearse, sentarse, gatear y, en algunos casos, caminar.

Desarrollan conciencia de sí mismo como un ser aparte de otros. Ellos aprenden a verse las manos y los dedos de los pies y jugar con ellos. Aprenden a llorar cuando sus padres se alejan y a reconocer sus propios nombres.
Jugar. Los bebés primeramente juegan con sus propias manos. Más tarde demuestran un interés en los juguetes, les gustan los juegos de «meter y sacar» objetos y eventualmente les gusta abrazar o cargar muñecos o peluches.

Relacionar con otras personas. Los bebés primeramente responden a los adultos más que a otros bebés. Un poco más tarde comienzan a fijarse en otros bebés, pero tienden a tratarlos como objetos, no como personas. Después comienzan a poner atención cuando los otros bebés hacen ruido.

Comunicarse y desarrollar destrezas del lenguaje. Primero los bebés lloran y hacen ruidos con la garganta. Después comienzan a balbucear y decir «mama» y «papa.» Más tarde producen una gran variedad de sonidos y comienzan a nombrar algunas personas y objetos muy conocidos. Entonces es cuando comienzan a disfrutar el sonido de las rimas y los juegos de palabras.

En estas diferentes etapas los bebés requieren de:

  • Padres o guardianes que respondan a sus llantos y sus balbuceos y que los mantengan seguros y cómodos
  • Oportunidades para moverse y practicar nuevas destrezas físicas;
  • Objetos para mirar, tumbar, agarrar, tirar, o palmear y examinar que no sean peligrosos;
  • Áreas de juego seguras.
  • Muchas oportunidades para escuchar el lenguaje, para producir sonidos y que alguien les responda.